29 mayo, 2007

ESTETICA, HISTORIA Y FUNDAMENTO.....


El hombre, desde siempre, se ha cuestionado con insistencia sobre la belleza, sobre su encuentro, el espíritu que la perfuma, su magia.

¿Cómo concebir la vida sin las cosas bellas que tiene? Imposible. La belleza es oxígeno del alma... Fortaleza para la voluntad.... Aliciente de la inspiración.... Sostén en el desamparo y la sociedad.
Su existencia y percepción por los espìritus refinados ha sido planteada por Platòn, quien afirma que hace a los hombres susceptibles a la virtud, Aristòteles asegura que produce el mas alto grado de placer intelectual.

Los estoicos afirman acerca de las ventajas morales, que las manifestaciones artìsticas, de donde surge la belleza, conllevan. Los epicureos atribuyen bondad a lo bello, y Plotino ya en el siglo VI de nuestra era afirma que el alma en la experiencia de la belleza goza, porque reconoce en el objeto bello cierta afinidad consigo misma, y a su vez esa afinidad la hace consciente de su participaciòn con la divinidad.

En las Confesiones, San Agustìn, distingue la belleza de las cosas en cuanto forman un todo, y la belleza de la virtud. El mismo San Agustìn de Hipona plantea que, en la persepciòn de toda belleza va implicado un juicio normativo.

Ya en el medioevo Santo Tomàs de Aquino se explaya en acertados criterios sobre la belleza. El le asigna tres condiciones a aquello, como, èl mismo dice, que visto agrada; perfecciòn o integridad; armonìa o proporciòn y brillantez o claridad.
El Renacimiento, el Racionalismo y el Empirismo.

Los filòsofos de gran idealismo alemàn, los del Romanticismo, los naturalistas, los fonomenòlogos, marxistas y existencialistas han seguido planteàndose, con insistente inquietud ese fenòmeno que llamamos belleza, y ese otro fenòmeno que entendemos por su apreciación.

El hombre que es un animal de muchas facetas. En todas ellas sobresale la estètica, apreciaciòn de la belleza, que le han enseñado que es tal.
En el àmbito de la belleza hay que observar, la que espontàneamente la propia naturaleza nos ofrece con un exquisito derroche de luces, colores y armonìa. Nos la brinda absolutamente gratis...y està ahì permanentemente dispuesta a nuestro goce.
La otra belleza es la artificial, o sea, la hecha por el hombre remendando en cierta forma la esplendorosa belleza de la madre natura.

El hombre, hembra o varòn, que es un ente nacional se da cuenta de dos cosas, de que existe lo bello, porque lo ha visto y le ha gustado; un amanecer, un crepùsculo, una sonrisa, el bosque unbrìo, el prado soleado, un caballo al galope; y, de que èl es capaz de imitarla creàndola.
Creàndola de dos maneras: con los conceptos y con las formas y colores.

Tanto la belleza que nos brinda generosa la madre natura, como, la que el hombre crea, que llamamos arte, ponen a efervecer en nosotros una emociòn intìma e intensa que se le dice estética.

Monroe Beardsley y John Hosper nos ofrecen en esta obra publicada por primera vez en 1980, un tratado, a modo de càtedra, de la Estètica ciencia que trata sobre la belleza y de los sentimientos que hacen nacer lo bello en nosotros.

La belleza que es capaz de crear el hombre recibe el nombre genèrico de poesìa, que significa creaciòn. La poesìa, o sea, toda creaciòn artìstica engendra un sentimiento puro, desinteresado, casto, de arrobamiento, de èxtasis, que le llaman emociòn estética.

La poesìa hechura del hombre, està llamada a concitar exclusivamente dos de nuestros cinco sentidos exteriores, que por ella se llaman sentidos nobles, la vista y el oido.
Esa misma poesìa, hechura del hombre, comprende dos grandes esferas; la conceptual y la plàstica. En la primera entran los poemas, que corrientemente se les llama poesìa, en todas sus forma èpicas y líricas.


Esta esfera de la poesìa es su forma màs acabada, la màs bella y elevada. Es el arte llevado a su màxima expresiòn a travès de los conceptos. En la segunda, la plàstica comprende todos esos vínculos de belleza y de emociòn estètica como son: la mùsica, la pintura, la arquitectura, la escultura, hay quienes incluyen la danza, el cine.

No todos apreciamos de igual forma la belleza, porque no nos la enseñan debidamente desde pequeños, pero sea de una forma u otra la todos la sienten muy adentro.
 

1 comentario:

  1. Anónimo27/1/09

    Karina deseo hacer contacto con usted. Soy poeta y coordinador de una tertulia poética en Santo Domingo, RD. eduardogautreau@hotmail.com

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